– Dios, ¿Qué está pasando? – exclama Josef
– Josef, hemos vuelto al infierno. ¿Recuerdas nuestros días juntos cuando éramos niños? La historia siempre se repite, Josef. Deja que te entre en la cabeza, hermano mío.
– Nunca volveremos a aquella decadencia. No llevo la ira dentro. El afán de venganza; la he dejado.
– Espero que te vuelva. Necesitarás toda tu malicia si quieres sobrevivir.
– ¿Ves la entrada de la cueva? Allí vive. Entremos ahora.
Más arriba, en un hospital…
Una madre muriendo de una enfermedad incurable se enfrenta a una enfermera. De nuevo, le ruega frenéticamente que responda a sus preguntas. La misma escena se repite.
– Señora, se lo pido, por favor. ¿Dónde están mis tesoros?
– Mi más sincero pésame, madame. Fallecieron hace mucho tiempo.
– No, yo sé que están vivos. Si no están aquí, están debajo con su padre.